EL CAMINO DEL MATABANO O REAL DEL SUR

08.11.2016 15:23

UNA VIA  PRIMADA EN EL OCCIDENTE DE LA ISLA DE CUBA

Profesor. Eduardo Milian (Articulo protegido por los derechos del autor en facebook)

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APROXIMACION A UNA HISTORIA

  En virtud de la ocupación y ulterior colonización dejó de ser la tierra libremente disfrutada por los nativos, para convertirse en propiedad de la corona. Después del agotamiento del régimen de encomiendas los conquistadores comenzaron a distribuirse los predios arrebatados a los aborígenes recibiéndolas  a través del sistema de mercedes otorgadas por los cabildos acorde a la jerarquía  y el poder de  los participantes en la empresa colonizadora imponiendo determinadas obligaciones a los beneficiarios. Sin embargo, la presencia de los peninsulares en la comarca centro-sur de la Habana se sintió desde mucho antes. Instalado el primitivo asiento de San Cristóbal en la costa meridional y convertida en punto de penetración al interior, uno de los primeros caminos hacia la costa norte que se tiene noticias partía de Batabano atravesando una tupida y selvática vegetación que en ocasiones había que desmontar a golpe de machete, era el denominado camino del “Matabanó”, que conducía hasta el puerto de Carenas y que tuvo singular importancia para la vida de la colonia.

  Poco o nada se ha escrito hasta nuestros días acerca de la importancia de esta arteria en las comunicaciones para el occidente de la Isla. Lo cierto es que el denominado “Camino del Matabanó” o  “Real del Sur”, denominado por algunos como “Camino de los Canarreos”, es el primero del territorio habanero que tuvo por muchos anos la clasificado de Primer Orden por su importancia para la villa capital porque por él se desplazaban inicialmente forasteros con bestias de carga y carretas con los artículos que llegaban de la península, después con las cajas de azúcar, los bocoyes de miel y los productos agrícolas hacia los centros de recepción. Para conocer su rol en dicha etapa es necesario incursionar en su historia.

PRIMERAS NOTICIAS

  En sus inicios la más importante de las siete villas fundadas por Velásquez, San Cristóbal de la Habana, tuvo su asiento original en la costa sur, en un lugar no determinado, al parecer no lejos del surgidero de Batabanó. Por determinados  factores la naciente villa, en breve,  fue trasladada al norte. De este modo fue necesario abrir una primitiva vía de comunicación hacia la costa septentrional, es el denominadoCamino de Matabanó, primero que se tiene noticias y que partiendo de Batabanó conducía a la costa norte atravesando una tupida y selvática vegetación que en ocasiones había que desmontar a golpe de machete, más que un camino era un verdadero trillo que resultaba prácticamente intransitable en época de lluvia. Esta primitiva vía tuvo singular importancia para la vida de la naciente colonia. Prueba de ello es que en diciembre de 1557, hubo un fuerte temporal que bloqueó este camino hacia el interior, donde existían las principales fuentes que surtían con sus productos a los pocos pobladores y a las armadas que frecuentaban el puerto de la Habana y el cabildo ordenó “hacer un repartimiento entre los vecinos para que lo repararan ante el Día de Reyes inmediato(1). Con el tiempo la primitiva vía se convirtió en el camino Real del Sur, que de camino y de real únicamente tenía el nombre porque se hacía intransitable en época de lluvia por el fango y las crecidas del los ríos Ginés (Polo), Almendares, Govea  y Arroyo Jíbaro, fenómeno que  en ocasiones impide las comunicaciones con la capital y encarecía el costo de la transportación de mercancías desde el interior hacia el mercado habanero perjudicando la estabilidad y desarrollo de las incipientes comunidades surgidas en la fértil planicie. Este camino primado, con mínimas variaciones en su trayecto es la actual Calzada de Bejucal, que por mucho tiempo representó una de las arterias principales de las comunicaciones en el occidente de la Isla.

SU IMPORTANCIA.

  Es el camino más antiguo de la Isla en occidente (de norte a sur) aparece como  resultado  de una necesidad económica y de seguridad en un mar infestado de piratas, durante muchos años los bajeles que venían de España al llegar a Batabanó descargaban sus mercancías y viajeros que atravesaban las aproximadas catorce leguas que separan a este punto de La Habana.Es de suponer que el intenso y frecuente trasiego por dicho camino permitió conocer prontamente la ubicación de las mejores tierras para cultivos y crianza de ganado. Cuando la villa capital quedó definitivamente establecida en la parte septentrional, “las comunicaciones desde Santiago de Cuba, Bayamo, Sancti-Spíritus y Trinidad con la Habana y viceversa, fue más fácil por el Surgidero de Batabanó”2.De igual modo se utilizo para las comunicaciones con las colonias en América y ciertos viajes a la península.

OCUPACION Y COLONIZACION INTERIOR

  Hay noticias fidedignas que en bosques y sabanas próximas y, sobre todo, siguiendo la vía fluvial del río Casiguaguas o Chorrera (Hoy Almendares) principal vía de penetración al centro sur del territorio y por el Camino Real que se iniciaba en Batabanó, se movían desde tempano gentes emprendedoras dispersas ocupadas en las actividades económicas iniciales: corte de maderas preciosas(3), pequeñas labranzas y conucos, etc.y con ello la erección de algunos ranchos destinados a dar servicios a los eventuales y solitarios colonos que transitaban por estos  apartados parajes y la aparición de las primeras monterías(4 ). Por ley del Monarca   Carlos V, de 1553, mediante la cual se dispuso que los pastos, montes y aguas fueran de uso común, estimuló estos asentamientos. Se ha comprobado  que en  1569 ya   la zona de   Bejucal muy próxima a este sitio es conocida como “montería del pueblo(5)

Es probable que para esos años existíera un exiguo grupo de  vecinos dispersos en el realengo conocido después por “Las Vegas”, que procedían de la costas sur, -sitio donde se encontraba el puerto principal de la Isla-, y que siguiendo el Camino Real rumbo norte, se establecen en él para dedicarse  al corte de maderas y a la montería.

A pesar de la inexistencia de pruebas documentales que lo demuestre, hay certeza de que ya desde 1520-1550, por la Chorrera, Puentes Grandes, Alturas del Príncipe, Atares, Jesús del Monte y  Arroyo Ginés, existían predios y pequeños sitios y estancias explotados por castellanos que representa la avanzada de la colonización. Sin ánimo controversial alguno ¿Por qué no pensar también que los colonos más audaces realizaran desde tiempos iniciales sus primeras incursiones  más allá al sur del rio para explorar tierra adentro?\ Esta es una página difícil de desentrañar.

CELULA EMBRIONARIA DE POBLAMIENTO EUROPEO

Empleando la intuición y el olfato de historiador no es osado suponer  que por todos los factores  existentes en aquel contexto inicial es cuando se aparece en estos parajes la célula embrionaria más remota del poblamiento europeo y la raíz originaria de las futuras aldeas, caseríos y pueblos en la  trayectoria del anejo camino.De esta manera comenzaron a instalarse los primeros campesinos vegueros tierra adentro, inicialmente siguiendo el curso del Almendares y del Camino del Sur  formando las primitivas vegas en manos de labradores dedicados a la siembra del tabaco en tierras ubicadas en los limites señalados por las disposiciones del gobernador de Cuba.Tal medida favoreció el territorio situado geográficamente junto al camino y rio La Chorrera, lugar ubicado  aproximadamente a cuatro leguas en la circunferencia de dicho radio por el sur delimitado por dicho río. A esto se agrega que tierra y clima de la zona era ideal para el cultivo de la aromática hoja. Su privilegiada ubicación geográfica, la feracidad de la tierra unida a su favorable clima fueron factores que favorece el establecimiento de los primeros cultivadores(6)

Hecho que el prestigioso historiador y demógrafo cubano Juan Pérez de la Rivas considera que condujo a lo que  denominó “frentes pioneros”(7).

 Sin duda lo mas significativo e importante es la ubicación geográfica de este punto dado por  la presencia del caudaloso río La Chorrera, que lo atraviesa y del camino  de mayor importancia de la época: el “Camino del Matabanó” o “Real del Sur”,  clasificado de Primer Orden por su importancia para la villa habanera. Dos recursos necesarios a cualquier comunidad humana para su desarrollo agrícola y comercial. Recordemos que históricamente los principales núcleos humanos en el mundo se inician junto a grandes ríos y buenas comunicaciones. Son suficientes algunos ejemplos demostrativos:La primada Baracoa, junto al río Miel; la primitiva Habana, en la desembocadura del Almendares; Guines creado a orillas del Mayabeque; Matanzas a orilla de dos; el San Juan y el Yumurí; San Antonio de los Baños  a orillas del Ariguanabo, ,etc.(8)Sin embargo, los cultivadores de tabaco asentados junto a las márgenes del rio y camino Real del Sur, por diversas razones  no pueden ni tuvieron tiempo de crear  poblado alguno y por ciertos factores contextuales muchos tienen que alejarse tierra adentro, hacia el centro-sur del territorio, siguiendo la ruta del añejo Camino Real en busca de terrenos bermejos más apropiados para ese cultivo, preferentemente hacia tierras realengas, creando  la raíz de nuevos núcleos fundacionales existentes hasta nuestros días(9).

 Lo cierto es que las crecidas de los ríos y arroyos, el estado deplorable del camino y el bandidismo  entre otros factores impedía las comunicaciones  con la San Cristóbal y encarecía el costo de la transportación de mercancías desde el interior hacia el mercado capitalino perjudicando la estabilidad y desarrollo de las nuevas comunidades surgidas en la fértil planicie. La solución inmediata era violar estos obstáculos naturales en diferentes puntos de su trayecto de este modo se construyen puentes sobre la corrientes fluviales más importantes. Estos puentes, construidos con el sudor y la sangre de esclavos y jornaleros libres, formaban parte del conjunto infraestructural concebido por hacendados y comerciantes, que al tener en sus manos el control de la producción de la Isla en función de un mercado internacional en expansión, necesitaban un rápido y seguro acceso de las mercancías al puerto de la Habana, por el cual en la medida que avanzaba el siglo, podía efectuarse los embarques al exterior en todo el occidente y para ello se requería vías de comunicación seguras y libres de todo obstáculo.

 

 Durante muchos años la historia de las comunicaciones en el centro –sur habanero  se limito al Camino Real del Sur y algunas serventías y malos caminos y veredas infestados de malhechores en espera de la mejor presa para desvalijarlo de sus prendas personales, pero el más importante era el real del Sur, porque por él se desplazaban las carretas guiadas por los boyeros con las cajas de azúcar, los bocoyes de miel y los productos agrícolas hacia los centros de recepción. Atendiendo a la creciente importancia de este camino. La Junta de Fomento realizo varios estudios hasta comenzar  la construcción de la denominada Calzada Real del Sur, siguiendo la trayectoria del añejo camino colonial. Finalmente, sobre el viejo camino Real del Sur se construyó en 1844 (10), una polvorienta calzada transitada por carretas conducidas por los boyeros, carromatos y guaguas de  caballos.Cuando se inició la construcción de la denominada Calzada Real del Sur en 1844,, se siguió la trayectoria del añejo camino colonial del Matabano. Durante el trazado de esta calzada se plantaron los árboles (algarrobos, flamboyanes, jagüeyes, laureles, etc.., que en su desarrollo se entrelazaron formando un florido túnel que da la sensación de un parasol práctico que aún en nuestros días proporciona sombra y brisa a todo el que utiliza dicha calzada. Imagino la belleza de esa vía cuando contemplo algunos de aquellos viejos arboles, únicos supervivientes, en el trayecto entre Arroyo Naranjo y Calabazar.  A partir de entonces estuvo servida por una empresas de Berlinas(11) que salían diariamente de la calle Amistad, en la Habana. Sobre el viejo camino Real del Sur se construyó una polvorienta via transitada por carromatos y guaguas de  caballos. Años más tarde cambiaría su nombre por Calzada de Bejucal, como la conocemos hoy. Era una época en que un viaje en estos transportes hasta la capital resultaba una empresa tan complicada y peligrosa como ir a la parte oriental del país, pues exigía minuciosos preparativos era cuestión de largas horas y ajetreos, con la peculiaridad de que durante el trayecto, a derecha e izquierda era una verdadera odisea.

  A diario nuestros abuelos podían ver aquellas rústicas guaguas tirados por dos parejas de briosos caballos con arneses cascabeleros, galopantes y sudorosos, enardecidos por el frecuente estallar del látigo y los continuos gritos del conductor que los azuza; el crujido de tornillos y ensambladura al cruce por baches y pedregales de la Calzada de Bejucal; rechinando por las curvas y, principalmente las dificultades para subir la inclinada loma de San Juan, lugar donde hoy se levantan los hospitales  Julio Trigo y Aballí. En esa pendiente durante la época lluviosa los caballos resbalaban poniendo en peligro la vida de los pasajeros que saltaban dentro del vehículo como títeres, aferrados a las ventanillas de la guagua. El establecimiento de la línea de diligencias representó un fuerte estímulo para el fomento de nuevos caseríos, la edificación de viviendas y comercios y la llegada de más forasteros a todas las poblaciones que van surgiendo a lo largo de esta vía..Años después, comenzaron a circular las guaguas de motor con sus ruidos característicos, pasados neumáticos y entrada por la parte trasera. En la medida que avanza el siglo ese tipo de transporte va cambiando su estructura. A partir de la década del veinte del pasado siglo esta calzada  estaba servida por tres empresas de ómnibus, La Aliada, la Verde y posteriormente la Especial que prestaban servicio entre Santiago y La Habana. A esta se agrego tiempo después la conocida ruta 31, en el trayecto Habana –Santiago y viceversa hasta que se limito con posteridad hasta la Víbora.   

CONCLUSIONES

  El desarrollo económico inicial que se alcanzo en los primeros tiempos  y que continuó durante los siglos siguientes, determinó, igualmente, un rápido incremento demográfico en la villa capital y de su hinterland. Este crecimiento demográfico en la región habanera tuvo necesariamente que seguir la ruta del Camino del Sur y la llanura adyacente que se le ofrece por su fertilidad y características topográficas como camino natural hacia el interior, sin obstáculos y con cercanas aguadas. Precisamente siguiendo su curso se produce la inmigración de las vegas de tabaco primero y la producción de azúcar y otros productos agrícolas después.El tabaco condicionó el rápido crecimiento demográfico pero la conversión de la comarca en productora de azúcar y el crecimiento del comercio hace que el añoso camino desde la Villa de La Habana a Batabanó y viceversa dejara de ser una vereda solitaria y sombría para convertirse poco a poco en una importante vía de comunicación y arteria económica principal de La Habana colonial. A partir de este acontecimiento vial, la actividad y la vida de las poblaciones surgidas en su trayectoria han estado ligadas a las comunicaciones por su ventajosa posición geográfica. De esto ha dependido en buena medida su prosperidad o su languidez. Esta es en apretada síntesis la historia del primer camino que cruzo la Isla de sur a norte  y viceversa en Occidente.

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CITAS Y NOTAS\

* * Matabano o Matamano. Comarca indocubana donde se fundo el primitivo caserío de San Cristóbal y que daría nombre al futuro Batabanó.

1=Manuel Pérez Beato. “La Habana Antigua” .Apuntes Históricos Tomo  I. pp.27..

4-Ramiro Guerra, “Mudos Testigos”. La Habana: Editorial Ciencias Sociales[1974]. Pág 3.

3- La primitiva villa de San Cristóbal de La Habana resultaba una gran consumidora de madera preciosas y, por otra parte, también la necesitaban como combustible las naves de sus majestades que permanecían ancladas en el puerto de La Habana para abastecerse y hacer luego la travesía a España, así como la madera que se requería en las construcciones y labores en los trapiches, ingenios y estancias .Esta explotación maderera se extendió hasta los siglos XVII y XVIII, cuando se dictan las primeras medidas prohibitivas.

4) Monterias. Los pastos, montes y aguas fueran de uso común,

5) Ver Leví Marrero, Ob. Cit. Tomo III. Pág. 51.

6-Pérez de la Riva, Juan. Peuplement et cycles économiques á Cuba (1511- 1812). Cahiers des Amériques Latines, No. 8, p.6. 

7-Leví Marrero, Ob. Cit. TomoIII.p.51 Acerca de las Monterias.

   8) Eduardo Milian. Calabazar de La Habana o Santa Cristina. Una Barriada Habanera. S, de las Vegas, 2000

9) A  juicio, de la Msc.Ada de la Cerda, razonamiento con el que me identifico y que de uno u otro modo he dejado entrever en trabajos precedentes:”por  su ubicación geográfica favorable y el desarrollo vertiginoso de los vegueríos, el sitio ubicado geográficamente en  el punto conocido como Calabazar se encaminaba a convertirse en el primer agrupamiento poblacional junto al río y camino Real del Sur”

10)Esta vía partía de Jesús del Monte con 8 a 10 varas de ancho, 32 puentes y portazgos y una extensión de 26 kilómetros. Llegó a Calabazar como su gran tramo, en 1847. Al año siguiente se emprendió su extensión hasta Santiago de las Vegas y continuo hacia Bejucal.

11) Berlinas. carruaje de caminos con el departamento delantero con una sola fila de asientos .Este  tipo de transporte era tirado por caballos.

‘Archivo Nacional. Fondo Real Consulado de Agricultura y Comercio de la Junta de Fomento. Año 1834 No.4992. Legajo 47.

 

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