EL MAYOR GENERAL MAXIMO GOMEZ  O “GENERALISIMO”

 

La metáfora de un símbolo.

. La idea ha de encajar exactamente en la frase, tan exactamente que no pueda quitarse nada de la frase sin quitar eso mismo de la idea”.

                                                                                                                        José Martí

Por.Eduardo Milian Bernal.(Historiador).Se prohíbe su reproducción sin autorización. Articulo  protegido por los derechos de autor.

RESUMEN

Es un opúsculo histórico donde se  esclarece el por qué al Mayor General Máximo Gómez Báez, jefe del Ejercito Libertador se le identifica también como “Generalísimo”. Resulta un tema escasamente tratado en la historiografía cubana. Únicamente presente en algunos aislados artículos, testimonios de hombres que combatieron a su lado,  cercanos familiares entrevistados y documentos históricos consultados por el autor de este articulo. Esta investigación y el tiempo transcurrido ha permitido develar  la génesis de este  apelativo y como el uso por el pueblo  lo ha convertido en algo diferente a su lejano origen, convertido hoy en  una denominación digna de veneración.

PALABRAS CLAVES:

Metáfora, Generalísimo, libertador, ejercito, imparcialidad, Mayor General, General en Jefe.

EXORDIO

Algunos colegas alegan con razón que me cautiva incursionar en capítulos inéditos de la Historia Nacional, entrar en páginas desconocidas del acontecer de la sociedad cubana, irrumpir en capítulos  poco investigados, esclarecer, reflexionar e incursionar en las fuentes más insólitas de esos anales. Esa apreciación tiene  lógica y es convincente, comparto tal exégesis y modo pensar. No me agrada copiar, únicamente comparo, trato de discernir y fundamentar  nuevos conocimientos. El problema consiste que el historiador no debe limitarse a repetir lo conocido, eso es  muy propio y encomiable para los maestros de esta disciplina. Sin embargo, el investigador, el cronista honesto e imparcial va a lo más profundo en busca de lo ignorado, incursionar en lo que puede completar o esclarecer de un hecho conservado en los archivos y en la memoria, interpretarlo, limitado únicamente  por su ética profesional y su punto de vista, esto es lo que trato de hacer cuando  abordo ciertas paginas de la Historia de Cuba, esa  que, en honor a la verdad,  tiene capítulos aún por repasar y reescribir con profundidad por encima de cualquier criterio unilateral, libre de toda mediatez o parcialidad contextual, escuchando  la razón y la verdad, esa que ocasionalmente algunos soslayan y, sobre todas las cosas, respetándome a mí mismo como profesional condición esencial para respetar a los demás. Guiado por estos principios entro  con la manga al codo en los asuntos que abordo en mis reflexiones. En esta oportunidad se trata del origen del apelativo “Generalísimo” “otorgado al Mayor General Máximo Gómez Báez, concepto  usado frecuentemente por historiadores, investigadores, periodistas, pedagogos y escritores  en general.  

DESARROLLO

Con esta óptica incursiono en tan sustancioso tema  poco tratado o insuficientemente abordado en la historiografía nacional, se trata del apelativo  “Generalísimo “ que identifica al Jefe del Ejercito Libertador cubano . Para  examinar tal asunto es necesario revisar lo publicado al respecto en Cuba, poco por cierto; y acopiar los testimonios de cercanos colaboradores y familiares más cercanos que tuve el privilegio de conocer e entrevistar personalmente(1).Con su palabras  los entrevistados  incursionan en el origen de la metasfera del símbolo demostrando que ese apelativo tuvo originalmente  un uso diferente a como lo conocemos en nuestros días. Permítaseme con estos antecedentes acercarme a la personalidad histórica que ocupa nuestra atención para conocer la génesis de tal expresion.

ANTECEDENTES

El tema enunciado es un asunto de la Historia de Cuba sobre el cual la historiografía nacional no ha incursionado lo suficiente; se trata de un apelativo surgido en la segunda mitad del siglo XIX, durante nuestras guerras de independencia para identificar a Máximo Gómez y que ha llegado hasta nuestros días, y que no todos conocen su origen, el significado inicial y la pureza de la expresión en nuestros días. Se trata del término honorifico “Generalísimo”, que se ha otorgado a Máximo Gómez Báez desde tan lejanos días .Para  examinar tal asunto es necesario revisar lo publicado al respecto en Cuba, poco por cierto; y acopiar los testimonios de cercanos colaboradores y familiares que con su palabras  incursionan en el origen de tal apelativo. Permítaseme con estos antecedentes acercarme al concepto y significado que dicha expresión encierra  para  la personalidad  histórica que ocupa nuestra atención.

Según el diccionario de la Real academia de la Lengua Española (2) el concepto Generalísimo es el que se otorga al Jefe que manda el estado militar en paz y en guerra, con autoridad sobre todos los generales del Ejército. Es el término que denota un rango militar superior al Mariscal de Campo y al Gran Almirante. En los tiempos de la Independencia de América del Sur, "Generalísimo" fue empleado como un título Honorífico heredero de la Historia Cultural Hispánica semejante a Campeador (en Castellano, "Vencedor de Batallas"). Dicho rango era otorgado en tiempos históricos a comandantes de un ejército o de las fuerzas armadas la antigua República Romana, semejante a "Imperator" (en Latín, Jefe Supremo, el que ostenta el "Imperium").Sin embargo, el bautizo de Máximo Gómez con ese apelativo tiene en su raíz  un  origen diferente y más humilde. 

ORIGEN DEL APELATIVO

“Generalísimo” titulaban los españoles de Cuba a Máximo Gómez, cuando a él se referían durante la guerra de independencia, libertador le llamo el pueblo cubano en la paz posterior en espontaneo reconocimiento de sus meritos en el triunfo de la independencia de la patria. Lamentablemente no se ha podido definir hasta nuestros días a partir de que instante comenzó a aplicarse dicha expresión.

Para ganar conocimiento de causa es ilustrativo incursionar brevemente en las aclaraciones  expuestas por su hijo Urbano  Gómez Toro, en Santiago de las Vegas, en noviembre  de 1950  a las cuatro y treinta, en  sesión dedicada a la búsqueda adecuada para las palabras que se pondrían en el Obelisco a Juan Delgado, en el Cacahual. El evento conto con la honrosa presencia de Urbano Gómez, hijo del general Máximo Gómez; el señor Pedro Pablo Roselló, Presidente del Centro de Instrucción y Recreo “La Gloria”; Julián Grillo, Luminar de la Logia Luz y Verdad ; Herminio Suárez Figueredo , Presidente de los periodistas, Ángel Gómez, corresponsal del periódico “El Mundo” y otras personalidades(3).

En esta reunión, Urbano Gómez Toro, explicó y aclaró oportunamente todo lo concerniente a la designación que de su padre hacían los españoles en el sentido de llamarlo Generalísimo, expresando que:

“ lo hacían con el objeto de demeritarlo, por lo que él se opone a que en el obelisco en cuestión se usara la palabra Generalísimo y sí la de General Máximo Gómez” (4)

En igual termino se manifestó su hija Margarita Gómez Toro (Mariposita), hija menor  del General en Jefe, quien accedió,-a pesar de sus años-,a  ofrecerme  una sustanciosa entrevista en su casa del Reparto Fontanar allá en los inicios de la década del setenta del pasado siglo. En interesante dialogo con autor de este artículo expreso:

“…a mi padre no le gustaban los nombramientos…nunca estuvo de acuerdo que lo llamaran Generalísimo, aceptaba con mayor agrado que le identificaran como General; … ni siquiera le agradaba la reiterada aclamación popular de   Libertador. En mi memoria esta el recuerdo cuando en cierta ocasión, sobre esta última expresión afirmo:“Me agrada el titulo pero no me siento autorizado como lo estuviera Bolívar, para ostentarlo…

“ A pesar de sus cualidades de guerrero no se consideraba al mismo nivel que los grandes generales de América, Miranda o  Bolivar”(5)

Esta idea tuvo también un gesto aprobatorio de  Pedro Máximo Vargas, hijo de Margarita  quien estuvo presente en aquella histórica conversación. Si bien es cierto que aquella entrevista era algo inédito, en la medida que transcurre el tiempo y nos identificamos se torna extraordinaria y sustanciosa  ;mayor aun cuando Margarita pide a la señora que la ayudaba y cuidaba me brindara café, pero  en la taza exclusiva para visitantes ilustres ,-de inicio no comprendí la deferencia-, me ofreció el rico néctar criollo en una belle taza con las huellas del tiempo; con una mirada curiosa pero discreta observe  el recipiente ribeteado en dorado, lo desguste  hasta el final sin conocer la razón de esa consideración; con el último sorbo conocí por sus propios labios la causa :era la misma donde Gómez ofreció la aromática bebida a José Martí durante la firma del Manifiesto de Montecristi, en Santo Domingo. Quede atónito y desconcertado,  había saboreado aquello néctar negro en la misma taza donde años atrás  lo había degustado el Apóstol. Excepcional privilegio que nunca antes tuve en mi vida y no creo tenerlo nunca más.(6).

Pero volviendo al asunto objeto de análisis, por lo expuesto hasta aquí se hace  evidente que sus hijos y descendientes coincidían con la opinión del valiente guerrero, nunca estuvieron  de acuerdo con este apelativo, Sin embargo, el término se ha enraizado y ha cambiado para convertirse hoy, por la acepción del término en algo usual, digno de crédito y patriotismo que se ha ido extendiendo y popularizando.  

Partiendo de estos conceptos se comprende que la expresión Generalísimo ha tenido dos acepciones históricas: la inicial, utilizada por las autoridades coloniales en tono despectivo para demeritarlo; la segunda, marcada por el cariño y admiración del pueblo cubano, razón por la que ha permanecido en la literatura histórica para identificar la insigne figura. .La procedencia española del oficioso grado militar supuesto de Generalísimo usado por los peninsulares para dirigirse a Gómez en contraposición al oficial de General en Jefe, y la reiterada aclamación popular de Libertador se va concretando  indistintamente en toda la documentación oficial de la revolución independentista. El hecho es que las aludidas expresiones de “Libertador” , “General en Jefe” y Generalísimo ,representan  títulos que por la costumbre y sus meritos en la contienda de Cuba solo lo ostentó Gómez por su maestría combativa. Apelativo que se fue  enraizando entre los mambises y el pueblo hasta limpiar las maculas de su origen.

Por su valentía y abnegación en la contienda fue ascendido grado a grado, hasta llegar a la posición de Mayor General que lo hizo conductor de hombres y le dio un mando. Bajo su dirección se formaron desde un inicio grandes figuras de nuestra independencia; los hermanos Maceo, Guillermon Moncada, Flor Crombet y muchos otros que lo reconocieron siempre como el  general de las carga al machete, el intransigente defensor de nuestra independencia. El General Máximo Gómez asumió el cargo de General en Jefe desde el comienzo de las hostilidades en 1895 y permaneció ocupándolo hasta el final de la contienda y hasta después de su destitución por la Asamblea del Cerro. Es suficiente retomar  la respuesta ofrecida a  una entrevista que en esa etapa le realizara un reportero del periódico La Discusión,  para confirmar su  papel dirigente en aquellos años difíciles después de su destitución:

“A mi no me han preocupado las cosas pasadas. Nada hicieron  con destituirme de mi cargo en el ejército porque yo no he dejado de ser nunca, a pesar de esto,  el General en Jefe. Si llamo a los Generales enseguida tengo veinte a mi lado”(7).

Así se manifestaba el dominicano de nacimiento, pero cubano de corazón, como lo definiera José Martí.

Lo cierto es que  Gómez alcanzó, paso a paso, los grados militares hasta el máximo reconocimiento que para diferenciarlo de otros Generales independentistas sus propios hombres lo denominaron Generalísimo título que por la costumbre, maestría combativa  y sus meritos en la contienda de Cuba solo lo ostentó Gómez,  apelativo que se fue popularizando y enraizando entre los mambises y todo el pueblo hasta limpiar las maculas de su origen.

Dotado de vocación para el heroísmo, desde la primera guerra se descubrió en él la perspicacia cubana representada por el egregio Martí, quien vislumbro las cualidades de paladín requerida para marchar a la conquista de la libertad de Cuba sin otra recompensa como pago la posible ingratitud de los hombres.El guerrero que Arsenio Martínez Campo le llamó "el primer Guerrillero de América", Arminán "el que más valía de nuestros enemigos", Manuel Aznar "el émulo de Zumalacárregui", Cánovas "el único General que había en Cuba, el “Napoleón de la Guerrilla”, como lo llamaron los ingleses y lo reconociera  el escritor dominicano Juan Boch en uno de sus conocidos libros; el famoso estratega registrado por los historiadores de las guerras del mundo(8).

El apelativo de Generalísimo dado a Gómez  es un claro lenguaje en sentido metafórico que enaltece al héroe, una expresión que hoy lo glorifica y rompe con su origen. Parafraseando a nuestro Apóstol recordemos  cuando dijo

 El lenguaje ha de ser matemático, geométrico, escultórico. La idea ha de encajar exactamente en la frase, tan exactamente que no pueda quitarse nada de la frase sin quitar eso mismo de la idea”(9)

Si hoy se omite del diccionario de voces cubanas y de  la historia patria la palabra Generalísimo seria,  además de un grave error, desconocer las glorias alcanzadas con el filo del machete.De este modo nació el apelativo Generalísimo título que en Cuba solo lo ostentó Gómez por su maestría combativa.En la actualidad, ese epíteto es digno de respeto por los años de existencia pero sobre todo por el rol desempeñado en la historia patria  por el  jefe del Ejército Libertador(10).

El 17 de junio de 1905, a las seis de la tarde, en la cama de su hogar habanero cerró sus ojos el Jefe del Ejército Libertador, el  Generalísimo Máximo Gómez Báez. Paradójicamente, moría en plácida vejez aquel que había desafiado la muerte en 235 combates yendo siempre al frente de sus hombres, sin sufrir nada más que dos heridas. Cuba perdía el último símbolo viviente del independentismo nacional; América daba cabida en su seno a uno de los más mentados independentistas. El reloj marcaba las 6 y 7 minutos de la tarde, cerraba el ciclo de los grandes libertadores del Continente, pero perduraba su obra. Como dijera José Martí: "El pensamiento se ha de ver en las obras, el hombre ha de escribir con las obras".

Así fue como nació” Máximo Gómez y su apelativo Generalísimo. En la actualidad, ese apelativo es digno de respeto por los años de existencia pero sobre todo por el rol desempeñado en la historia patria como  jefe del Ejército Libertador.

CONCLUSIONES

El hecho es que las aludidas expresiones de “Generalísimo” ,  de “Libertador” y “General en Jefe”, se popularizaron y concretaron indistintamente en toda la documentación oficial de la revolución independentista.“Máximo Gómez luchó en las dos etapas (por más de 30 años) de la emancipación cubana, como en una marcha ascensional hacia la gloria, empinándose en la última, para cerrar el cielo de los grandes libertadores del Continente. Así fue como nació ” Máximo Gómez y su apelativo Generalísimo como le llamaban; uno de los grandes estrategas de la Campaña de Invasión a Occidente y de la guerra de desgaste contra las tropas élites españolas, el hombre que ganó sus grados al frente de las tropas mambisas con el filo del machete.

Los cubanos siempre reconocieron en Máximo Gómez el maestro de los combatientes bajo cuyas órdenes se formaron los mejores cuadros del Ejército Libertador. Cada hombre gana en su vida un lugar en la sociedad, por ese lugar será juzgado por la posteridad, querido, seguido, recordado o todo lo contrario, acorde con las ideas que defendió o con el legado que dejó para la historia, esa que con mayúscula marca el devenir humano, aunque algunos quieran negarla. Sin embargo, este no fue el propósito del calificativo otorgado inicialmente  por los españoles al Jefe del Ejercito Libertador Cubano. Ese es el Generalísimo el cubano por derecho del que todos debemos estar orgullosos, Máximo Gómez ganó sus grados al frente de las tropas mambisas con el filo del machete De tan hondo desinterés patriótico se convirtió en el invencible e invicto Generalísimo dominicano-cubano, el Generalísimo Máximo Gómez Báez, ¡Honor y Gratitud eterna y vigencia de la metáfora del símbolo!.

Acerca del autor

Mc. Dr. Ciencias Históricas. Profesor Universitario, historiador, periodista  y escritor con publicaciones en Cuba, España, Estados Unidos y Latinoamérica. Especialista en Cultura y tradiciones e Historia Regional y Local.

 

 FUENTES

1-Entrevista a Margarita Gómez Toro así como  el nieto de Gómez, el señor Pedro Máximo Gómez Vargas, residentes entonces en el reparto Fontanar del municipio Boyero, La Habana.

2- Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Edición del Tricentenario.

3-Palabras de Urbano Gómez Toro. Acta de la reunión con el propósito de levantar Obelisco al Coronel Juan Delgado en Cacahual. Santiago de las Vegas, noviembre de 1950 

4- Ibidem

5- Margarita Gómez Toro. Entrevistada por el autor. Reparto Fontanar. Municipio Santiago de las Vegas. 20 de septiembre de 1971.

6--Eduardo Milian Bernal. Máximo Gómez Báez. Un fragmento de su vida en la paz(1899-1902)

7-Periodico La Discusión, sábado 2 de marzo de 1901. Entrevista al Generalísimo

8-Miguel Varona Guerrero. El Generalísimo Máximo Gómez. Visto por uno de sus ayudantes durante la Guerra de Independencia del 95. /1951

9-Jose Marti. O, C

10-Eduardo Milian Bernal. Máximo Gómez Báez. Un fragmento de su vida en la paz(1899-1902(Inédito))

 

OTRAS FUENTES

-Museo Máximo Gómez. Documentos  de Archivo.

-Archivo Nacional de Cuba. Documentos que se conservan en el Archivo Nacional de la república de Cuba.

-Ideario cubano: Máximo Gómez, Academia de la Historia de Cuba, Imprenta El Siglo XX, La Habana, 1933.

-Revoluciones… Cuba y hogar, Imprenta de Rambla y Bouza, La Habana, 1927.

-Diario de campaña, 1868-1898, Editorial Centro Superior Tecnológico de Ceiba del Agua, La Habana, 1940.

-Gómez, Máximo. Cartas a Francisco Carrillo, Compilación, introducción y notas por Hortensia Pichardo Viñals, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1971.

-Máximo Gómez. Selección de textos, Selección e introducción por Salvador Morales, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1986.

- Eduardo Milian Bernal. Máximo Gómez Báez. Un fragmento de su vida en la paz/.Periplo por Bejucal. Santiago de las Vegas y Calabazar (Inédito)

-Eduardo Milian Bernal. El Generalísimo Máximo Gómez, vecino ilustre del Municipio Boyero.1986.

-Máximo Gómez. 100 años, Selección por Ana Cairo Ballester, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2006.

-Perez Guzmán, Francisco y Violeta Serrano: Máximo Gómez: Aproximaciones a su cronología: 1836-1905, Ed. Academia, 1986.

-Gómez, Máximo: Diario de Campaña, 1868-1899, Centenario 1868, Instituto del Libro, La Habana, 1868.

-Roa, Ramón: Pluma y Machete, Centenario 1868, Ed. Ciencias Sociales, Instituto del Libro, La Habana, 1969.

-Diario de campaña, 1868-1898, Editorial Centro Superior Tecnológico de Ceiba del Agua, La Habana, 1940.

-El Pensamiento militar de Máximo Gómez