“EL ROSARIO” : PEQUENA HISTORIA DE UNA MARGINADA BARRIADA HABANERA

Por. Prof. Eduardo Milian Bernal. (Obra protegida por los derechos de autor en facebook) 

La seriedad  y fiabilidad de los contenidos aquí  expuesto está por encima de cualquier criterio unilateral .El articulo ha sido escrito  utilizando fuentes  de probada veracidad.

 

  “Salvar para la memoria el barrio donde vivimos"

                    Eliseo Diego

PARA TODOS LOS INTERESASDOS EN CONOCER UNA PARTE DE LA HISTORIA DE LA CAPITAL CUBANA.

RESTROSPECTIVA DEL REPARTO

 El Rosario es un reparto originalmente perteneciente a la barriada de Arroyo Naranjo, de la antigua provincia La Habana. Hoy es parte del denominado Consejo Popular Guinera, municipio Arroyo. Geográficamente está situado entre los kilómetros 8 y 9 de la Calzada de Bejucal, sus límites según Plano original de  sus  veinte cuartones u cuadras se marca entre la Calzada de Bejucal; Calle Primera; la Avenida Guinera y cierra en la Calle Castro. El espacio de territorio ocupado es de cinco caballerías y diez cordeles. Limita por el norte con la finca de Jacinto Manzanilla( donde se encuentra el Hospital Sanatorio antituberculoso “La Esperanza”, (Hoy Hospital Julio Trigo) y la canteras de Hosman; por el sur camino a La Guinera; por el este, finca El Mamoncillo.

A esta altura, con ayuda de varias interrogantes estamos en condiciones de reflexionar: ¿Conocen los cubanos y sus lugareños el  origen y fecha  inicial de su parcelación?  ¿Cuál es su verdadera  historia? ¿A quién les interesa conocer esa historia hasta hoy ignorada?

   A renglón seguido intentare incursionar en este y otros asuntos de su interesante y desconocida  biografía. Recordar y reconstruir una página de su pasado y presente; lugares familiares que forman parte de la  geografía personal y que por lejos que nos encontremos siempre nos acompaña y nos observa en el quehacer diario. Como acto de justicia y de amor a la tierra evocamos  su historia. Desde años atrás sentí vocación por dedicarle unas líneas; he aquí el resultado de nuestra indagación.

ORIGEN DE LAS TIERRAS DONDE SE LEVANTA

¿Cuál es su verdadera historia? ¿Conocen esa historia los lugareños? ¿A quién pertenecieron estas tierras en la etapa colonial? Para responder estas interrogantes es necesario una simple retrospectiva a los inicios de la conquista y colonización de la región centro-sur del territorio habanero. Según los cronistas y los libros de la Parroquia de “EL Calvario”, núcleo poblacional más próximo fundado en sus cercanías dichos terrenos comarcanos estaban ocupados por indocubanos de las dos  culturas presentes en el territorio que en adelante serian parte de La Habana, prueba de esto es la existencia de algunos nombres de origen primitivo como Managuana, que designaba a la aldea erigida en lo que después seria Managua; puente de los indios Guachinangos, etc. Esa población indocubanos fue dominada tempranamente y sometida a la servidumbre  más brutal . Anos adelante vendría el repartimiento de las tierras habaneras a través del sistema de  mercedes en hatos y corrales. Aquí estuvo asentado el corral San Juan, propiedad de Juan Bautista de Rojas. Estas tierras por su proximidad a la capital fueron escenario de numerosas estancias y sitios de labor dedicados al cultivo de tabaco y frutos menores, pero en la medida que la industria azucarera sale de la zona circumbana se  dedicaran a la siembra de caña de azúcar y la erección de primitivos ingenios y trapiches; de hecho este territorio y toda la cuenca del Almendares según prestigiosos historiadores corresponde  a una de las más antiguas zonas azucareras de Cuba y citan entre los ingenios más importantes a: Paso Seco, Santa Catalina, Artillería Grande, Artillería Chica, San Agustín, Aguacate Ojo de Agua, San Pedro y Carbonero, El Rosario, San Juan  y Guadalupe, entre otros, estos tres últimos junto al Camino Real del Sur. Todos erigidos entre 1650 y 1680. Estudios de los planos de la época comprueba que en este punto se encontraba los ingenios El Rosario, Guadalupe(La Guinera) y San Juan. De este último  se conservan sus ruinas, el pozo criollo con bordes de fino mármol y los restos del cementerio de esclavos situado al borde de la cantera “Hosman”, allí existente desde los primeros anos republicanos. En breve recorrido por el lugar el autor de estas líneas pudo apreciar sus huellas arqueológicas.(Ver plano de los ingenios primitivos en el territorio)

EL CASERIO MAS PROXIMO EN LA ETAPA COLONIAL

 De acuerdo a los documentos consultados en los archivos el caserío más próximo, según las estadísticas del (censo) de 1841, era el denominado  “San Juan” en el ascenso de la loma del propio nombre. El cuadro censal de 1862, le señala  7 casas de tablas y tejas y 32 habitantes. El caserío  San Juan —en las inmediaciones de lo que hoy son los hospitales Julio Trigo y antes fue el sanatorio antituberculoso de La Esperanza— surgió en 1840, con los bohíos que, para viviendas, construyeron los trabajadores de las canteras que allí se localizaban. El pequeño poblado se estableció en las faldas de la loma situada entre las fincas de Infante y Matamoros. Un año después de su fundación contaba con nueve viviendas muy pobres y 22 habitantes. Durante anos sirvió  como paradero de los ómnibus tirados por caballos y las berlinas que cubrían el trayecto entre La Habana, Calabazar y Santiago de las Vegas y todo el interior de La Habana.

   A las nueve casas existentes en el caserío  San Juan se sumaba una tienda mixta con fonda para los boyeros y una albeitería para el cuidado y la atención de los animales que transitaban por el abrupto camino Real. Ya desde esos tiempos existía en despoblado, junto al Camino Real del Sur, a una distancia prudencial otra bodega y en sus cercanías un establecimiento mas con tienda-fonda- posada, en un punto denominado “La Güinera”, nombre que según documentos identifica desde tan lejana época (1857) la  comarca cuando aun no existe ni la más remota señale del reparto.

PARCELACION Y VENTA DE SUS TERRENOS

No hay duda alguna que el nombre de este sitio tiene su lejano origen en el primitivo ingenio “El Rosario”, existente en los contornos y que daría nombre a una de las mayores fincas del lugar.

Con la desaparición de dicho ingenios y el fraccionamiento de las tierras surgen las fincas cuyos nombre han llegado hasta nosotros; en el territorio del los ingenios San Juan y  Rosario es creado a finales de la década del treinta del siglo XX, el Reparto “EL Rosario’. En sus tiempos más lejano esta finca perteneció a las hermanas América, Rosa y Amelia Fraxeda y Cartaya. Poco tiempo después vendieron a la señora Josefa Albariño y Rodríguez, quien encomendó su parcelación a la firma Inmoviliaria presidida por Enrique Fraxeda Ronquillo, situada en  Empendrado  No. 264, en La Habana.

  Según Plano original (adjunto) consta de 20 cuartones delineados durante su división en 1942, con caminos de tierra en su interior. No obstante, ya para esa época existían algunos vecinos aisalados. Las parcelas se pagaban a plazos con una mensualidad inicial de $ 5, con el 6%  en pago por mensualidades atrasadas.

LAS PRIMERAS CONSTRUCCIONES

  Según consta en los contratos de compra-venta consultados a pesar de la humildad del vecindario no se podría construir casas con desperdicio o maderas u otro material inadecuado y será condición precisa para la fabricación que todas las viviendas deberían tener servicio de agua y sanitarios con sistema de fosas; con pasillos laterales de no menos de 70 ctms, en el frente calle se dejarían  dos metros cincuenta centímetros para jardín o portal., En un principio no existían calles principales, todo sin asfalto, sin agua, sin electricidad, todos alumbrados con kerosene y utilizando el agua de pozos criollos hasta los años cuarenta  y cincuenta cuando se establecen esos servicios.

 Una de las primeras viviendas construidas es el Chalet propiedad de Luis Suarez y Manuela Bartroli, dueños de un prestigiosos comercio capitalino nombrado “Bon Marche”, dedicado a la venta de imágenes religiosas. Despues se construyen en sus  proximidades nuevos Chalet propiedad de la familia Rodriguez Roch  y Juan Mas, entre otras. Con las primeras edificaciones de viviendas aparecen también los primeros comercios como la bodega de calle Segunda , en 1938. En 1946, se construye la Panadería, propiedad de Angel, Agustín y familia; una carbonería del ciudadano español nombrado Antonio Regueiras, personaje característico quien con una mula abastecía al vecindario. El primer zapatero dedicado a reparar calzado era un tal  Valdés establecido en 1943. Sebastián Martínez abre la primer carnicería y Ramón Ichazo una Barbería. Un tal Ernesto Macnamara, atendida profesionalmente por la doctora Lucrecia Aguelles Oliva. También por estos primeros tiempos se abrió una quincalla y una Ferretería y Raúl Arriaga abrió un pequeño cine. En 1950 se construyo el acueducto que abastece de agua potable al reparto y a otras comunidades cercanas. No es hasta después del año 1940, que se asfaltaron sus calles principales y las redes eléctricas. A pesar de las limitaciones urbanísticas y sanitarias este lugar tuvo una intensa vida comercial, venta en carretillas,puestos de viandas, puestos de frita, bares, etc.

   A su crecimiento poblacional contribuyo la presencia de los dos hospitales en sus proximidades; el antiguo Sanatorio Antituberculoso la Esperanza  y el Pediátrico Aballi en la antigua loma del San Juan, elevación que lleva el nombre del primitivo ingenio desaparecido. Este crecimiento permitió la incursión de los primeros ómnibus  que entraron al reparto hasta un punto (terminal) existente en el camino a La Guinera.

   Una característica inicial de este reparto habanero es la presencia de una vecindad de muy humilde origen, su espíritu familiar y solidario. Un sano ambiente donde se conocía a cada quien, la vida, obra  y milagros de cada vecino como ocurre en todo núcleo poblacional reducido. Y cuando no se conoce, se inventa, unas veces para bien, otras para ocupar el tiempo en jocosidades para reír cuando no existe otra distracción. Pero lo principal es que todos se conocen y respetaban. Pero en la medida que su vecindario creció albergo a muchos individuos de diversos orígenes sociales procedentes de otras barriadas habaneras con nuevas costumbres y tradiciones y formas de ver la vida de otro modo, algunos con buenas costumbres,  otros con malas, que dieron fama negativa al reparto creando una aureola de rechazo hacia  la humilde  comunidad por parte de algunos que deseaban establecerse en este lugar. Para muchos antaño, decir El Rosario y su Reparto vecino La Guinera era sinónimo de  repartos marginales, mala vida y de una problemática social compleja donde residían personas complicadas; truhanes, picaros, delincuentes portadores de mucha violencia. Pero como se analizara en otro artículo en preparación dedicado a la barriada “La Guinera”, esto tiene su explicación económica, psicológica y hasta sociológica.Sin embargo, en los últimos tiempos este ambiente nocivo ha variado sustancialmente.

     A pesar de no ser un enclave tan  atractivo ni de sosiego como otros de la ciudad, lo queremos como algo especial por su gente, por su humilde arquitectura; los juegos y alboroto de los chicos en el atardecer y también de los grandes’ .Extraño la repercusión de los tambores y ritos afrocubanos en las celebraciones a las deidades,  Sonando despierto veo desde lejanas tierras sus calles, sus casas, las escasas  aéreas de distracción y sus personajes típicos que también hacen historia. Amigos que nos conocimos, nos abrazamos con respeto y ya se fueron, cada uno a su lugar. Todo ha permanecido en mi memoria no importa donde me encuentre porque no me he ido. Este es el verdadero Reparto “ EL Rosario” a pesar del abandono, la marginalidad y los problemas reinante en nuestros días.

Acerca del autor

Mc. Dr. Ciencias Históricas. Profesor Universitario, historiador, periodista  y escritor con publicaciones en Cuba y otros paises. Especialista en Cultura y tradiciones e Historia Regional y Local.

.CITAS Y NOTAS

-Levi  Marrero. “Cuba; Economía y Sociedad.”Edit. Playor S.A. Madrid. Tomo III. Pág. 237.

-Mercedes García Rodríguez. Bases de datos de ingenios en la cuenca del Almendares. Instituto de Historia de Cuba.

-Eduardo Milian. B ernal. Síntesis Histórica de Arroyo Naranjo. 1980

-Archivo Museo Municipal de Arroyo Naranjo

-Biblioteca Nacional Jose Marti

 

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