Máximo Gómez Báez y la Presidencia de la nueva República.

25.10.2016 16:49

Prof. Eduardo Milian Bernal. . Protegido por los derechos de autor en facebook. Tomado de la obra de mi autoría. EL MAYOR GENERAL MÁXIMO GÓMEZ BÁEZ UN FRAGMENTO DE SU VIDA EN LA PAZ (1899-1902)

                                                                                 

INTRODUCCION

En numerosas obras editadas en los últimos años se ha explicado la posición del Generalísimo ante la corriente de opinión pública que lo consideraba el hombre destinado a ocupar la presidencia de la primera república. Esto es bien conocido, por esta razón, únicamente me  referiré a  las cartas más ilustrativas y las anécdotas acaecidos en su casa de Calabazar, contados por sus familiares más cercanos, algunos de estos inéditos o simplemente poco divulgadas hasta hoy.

EL HOMBRE DE MAYOR PRESTIGIO Y POPULARIDAD

Todo el mundo daba por descontada su elección para presidente por la tradición histórica y porque era el hombre de más prestigio y mayor popularidad en el país. Existía una arrolladora e influyente corriente de masas que reclamaba su aprobación para que aceptara ser candidato a la presidencia de la futura república, pero se negó a ello, diciendo que “prefería libertar hombres a gobernarlos”. Además de haberse negado a ser Presidente de la República, afirmó en sensacionales declaraciones públicas

“… los militares son propios para la guerra y los hombres de leyes para la gobernación del país.

Ninguno como él contaba con el  apoyo de  todas las fuerzas sociales del país. Incluso, en la Constitución se introdujo un artículo expresamente para que pudiera ser, a pesar de su origen extranjero, como Sucre Bolivia, el primer  Presidente de Cuba. Pero nada pudo hacer cambiar la firme resolución del veterano combatiente. El Generalísimo resistió todas esas seducciones; jamás quiso aceptar puesto tan codiciado.

En carta a su amiga Lola de Tió, quedó reafirmada esa determinación:

“…suplícote Lola,, que digas a todo el mundo que yo no puedo ni quiero ser Presidente. Sólo vine  a Cuba a ayudar a los cubanos a ser libres…””30.

Ante esa decisión, todos quedaron convencidos de la inquebrantable voluntad del General.

Respecto a este asunto la historia recoge una anécdota narrada por Pedro Máximo Vargas Gómez, nieto del Libertador, residente en el Reparto Fontanar del actual municipio Boyeros, que muestra su modestia, lealtad y sencillez:

  “… Mi abuelo aprovechabas las sobremesas para consultar  con su familia sus ideas, sus preocupaciones…”

Y continúa rememorando Pedro Máximo:

 “Según me contaba mi madre,a raíz de esa corriente de opinión, un  día en Calabazar cuando estaba terminando de almorzar su comida favorita: arroz blanco, aguacate y el pollo frito, que tanto le gustaba.Se dirigió a la familia y le pidió mas con los ojos que con la voz; levante la mano el que quiera que yo sea presidente de Cuba, y se le vio respirar profundo en la estrecha caja de su cuerpo curtido, cuando ni mi abuela ni los hijos quitaron las manos de la mesa. Esa silenciosa respuesta lo reconfortó…”31.

Esta proceder es expresión de la estatura política y moral del hombre que habiendo nacido libre ayudo a conquistar libertades sin nada ambicionar. Es una muestra más de patriotismo y desinterés, actitud que recuerda cuando,en una ocasión en su Cuartel General, durante la contienda, un culto letrado de la época, aprovechando cierto instante de jovialidad de Gómez, para decirle que sin género alguno de duda, él sería el primer presidente de la República en la paz; cuyas circunstancias sería favorable al país por sus condiciones de carácter, etc…Mas aquella jovialidad de Gómez se torna en hosquedad y replica al letrado:

“- Yo no seré Presidente. No quiero serlo. Y le advierto que aquí los ascensos se alcanzan por méritos y no de otra manera…”.

La plática aquella se cortó así bruscamente.No entendía oportuno, ni le resultase apetecible la carga presidencial, en la que habría de timonear situaciones complicadas con los cubanos de diversas tendencias y de no siempre pulcritud de ánimo, así como con los norteamericanos prácticamente instalados en nuestra isla a la sombra de la Enmienda Platt.El “Viejo”, como cariñosamente se le identificó, asumió una firme actitud ante la Enmienda sobreañadida al texto constitucional de 1901, que lastró de manera lamentable la vida política del incipiente Estado Cubano durante varios decenios.

CONCLUSIONES

En resumen, Gómez permanecerá de este modo alejado de los cargos públicos como en los tiempos dolorosos que forjaron su alma de combatiente. Ninguno quiere para si de “esas pequeñas glorias que cautivan a los demás34.Esta concepción y estos principios se mantienen sólidamente durante toda la compleja etapa que se estudia en este trabajo 1899-1902.Todos sus actos estuvieron encaminados a buscar una salida a la ocupación militar y al establecimiento de la república soberana y solidaria por la que José Martí había ofrendado su propia vida.Esta forma de actuar y pensar,-como se comprueba una vez más-,no hace más que reiterar lo expuesto hasta este instante en esta obra;Gómez nunca se alejó de la vida pública cubana con posteridad a su destitución como General en Jefe del ejercito Libertador

--------------------------------------------------------

CITAS Y NOTAS

30- Archivo Nacional de Cuba. Fondo Máximo Gómez. Legajo 21 No.2927.

31-Pedro Máximo Vargas  Gómez. Entrevista citada.

- Infiesta, Ramón. Academia de la Hist. de Cuba, La Habana, 1937.Pág. 215.

- Ferrrara, Orestes. Mis relaciones con Máximo Gómez. Pág. 31

-Eduardo Milian, EL MAYOR GENERAL MÁXIMO GÓMEZ BÁEZ  UN FRAGMENTO DE SU VIDA EN LA PAZ (1899-1902)

 

 

 

 

 

 

 

Fotogalería: Máximo Gómez Báez y la Presidencia de la nueva República.